Si tenemos plantas que no soportan la luz directa del sol cerca de las ventanas, poner cortinas o persianas impedirá que se quemen por la acción del sol del verano, además, reduce la temperatura ambiente en 4 ó 5 grados, pero crean un problema añadido, que es, la falta de luz. En primavera, otoño e invierno no hace falta cerrar las persianas, pero dependiendo de la orientación que tenga el invernadero puede ocurrir que no entre suficiente luz.
martes, 5 de febrero de 2008
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